Sunday, November 18, 2018

Mitos y Leyendas de Venezuela

en este blogger se desea dar a conocer los mitos y leyendas más famosas en Venezuela, culturizar y permitir la evaluación de los estudiantes según el plan de evaluación

En Venezuela abundan muchas cosas buenas. Abundan las maravillas, el excelente clima, la belleza, y el espíritu alegre del venezolano; los caminos mágicos llenos de leyendas antiguas que han trascendido de generación en generación. Leyendas que a pesar de su antigüedad no han perdido la capacidad de aterrorizar a más de uno.

A continuación las leyendas más famosas y aterradoras de Venezuela:

La sayona: Sin duda se trata de la leyenda más popular en Venezuela. Cuenta la historia de Melisa, una hermosa mujer casada con un buen hombre que era incapaz de hacerle daño. Ambos tenían un bebé de 9 meses.
Melisa acostumbraba bañarse en el río, descubierta por un individuo malintencionado que la espiaba muy a menudo.
Un día Melisa se percató de que estaba siendo espiada, y preguntó al individuo por qué lo hacía. Éste para excusarse, le mintió diciendo que quería advertirle que su esposo le era infiel con su propia madre. Melisa le creyó y salió corriendo a su casa, y muerta de celos, incendió la casa con su marido y el bebé dentro.
Acto seguido se dirigió a casa de su madre a reclamarle la infidelidad, la cual le dijo que aquello no era cierto. Ella la atacó hasta matarla y antes de morir la otra mujer exclamó: “Jamás te mentí y tú cometiste el peor pecado, por lo que yo te condeno, sayona”.
La palabra Sayona se refiere al atuendo o batola (saya) blanca que usa la mujer. Las historias relatan que suele aparecerse a hombres mujeriegos, en forma de mujer seductora, o bien un animal común.
Al seducirlos, pedirles un cigarrillo, cambia su aspecto por uno horrendo de afilados dientes, y sus victimas mueren horrorizadas o huyen despavoridas

El silbón: El silbón es una de las leyendas más populares del folklore venezolano, ambientada en los llanos. Ha sido tema de numerosas creaciones musicales muy difundidas en el país. Se origina con la historia de un joven toñeco (malcriado) que insistía a su padre para que cazara a un venado, ya que quería comer sus vísceras.
Así, un día el padre salió de cacería, pero al  tardar demasiado, el joven salió en su búsqueda. Al encontrarlo, y darse cuenta que no había cazado nada, lo mató y lo destripó llevando sus tripas a la casa 
Entregó las tripas a su madre y ésta las puso a cocer. Al pasar las horas y notar que no se ablandaban, empezó a sospechar. Al interrogar a su hijo, éste confesó el asesinato. La madre lo maldijo, su hermano lo mandó a azotar y le arrojó picante en las heridas.
Se dice que recordar y narrar su sufrimiento libra al oyente de su aparición. Este espíritu errante se aparece en las noches oscuras de mayo a los caminantes que van de fiesta en el llano con ropas rasgadas y silbando unas notas musicales las cuales. 
Al aparecerse, golpea a sus víctimas y las aterroriza, a veces hasta la muerte. Una de las versiones más populares es la de Juan Hilario, la cual puede contarse como una leyenda más del folklore.

Juan Hilario: No vayas para la fiesta te dijeron, Juan Hilario”. Así comienza la popular copla que narra la historia de este personaje que solía acudir a las fiestas para cortejar mujeres y beber hasta amanecer.
Juan Hilario se dirigía al pueblo cercano una noche oscura, cuando se encontró con un amigo que le advirtió de la peligrosidad de la noche debido a la aparición de relámpagos y lluvia y quién le recordó la posible aparición del “silbón”.
Pero Juan Hilario se burló de su amigo y se marchó. Por el camino comenzó a escuchar el famoso silbido: “Compadre, váyase para su casa, que yo me voy para la fiesta, a mí no me va a meter miedo”.
Y de pronto comenzó a ser golpeado. Para defenderse, golpeó fuertemente al aire, y exhausto cayó al piso e inconsciente cuando sus amigos al escucharlo fueron y lo socorrieron. 
Fue así como Juan Hilario describió al individuo fantasmal que lo había atacado, y cuando su amigo le advirtió, quedando en la leyenda la frase: “Te lo dije Juan Hilario, esos no son juegos…”
La Llorona: La leyenda trata de una mujer joven que solía gritar desesperada:“Mi hijo, mi hijo”.Se dice que ataca a todo aquel que se encuentra con ella.
Se conocen dos versiones acerca de su origen. La primera relata que fue una joven mujer, que tuvo amores con un soldado, el cual la abandonó, dejándola embarazada. Desesperada por los llantos de su bebé, sin saber qué hacer, lo mató con sus manos. Una vez hecho ésto comenzó a gritar fuertemente, llamando la atención de familiares y vecinos.
Los familiares y vecinos al ver el horror, la maldijeron y ella salió corriendo perdiéndose en el llano, convirtiéndose en espanto, robando niños solos, sobre todo en época de Semana Santa.
Otra versión relata que se trataba de una joven mujer, la cual mataba a sus hijos cada vez que nacían.
Ésta confesó sus pecados a un sacerdote y éste le dijo que, la próxima vez que pariera, antes de matar a su hijo, le diera de mamar. Pero entonces este acto creó en ella un profundo arrepentimiento y desde entonces vaga por el llano buscando desesperada a sus hijos.

Juan Machete: Se trata de la historia de Juan Francisco Ortiz, apodado “Juan Machete” porque siempre cargaba un machete en el cinto.
Juan tenía una hacienda y una noche quiso hacer un pacto con el diablo, pidiéndole muchas riquezas.
A partir de ese día sus pastos empezaron a ser muy fértiles y sus vacas parían de a dos terneros. Un buen día apareció entre su ganado un macho negro, muy grande de cascos blancos y pensó que se trataba de un animal escapado de otra hacienda.
Pero Juan Machete, tras hacerse rico al comprar mucho ganado y multiplicarlo, todo comenzó a desaparecer.
Cuenta la leyenda que Juan Machete desapareció también y que sus tesoros quedaron enterrados en la sabana.
Se dice que si uno se presenta desnudo en el lugar adecuado, y aparece el ánima de Juan Machete, se puede negociar con él un gran tesoro. No obstante, muchos que lo han intentado huyen despavoridos al ver al ánima vomitando fuego.

La novia de la Guaira: En los años 50 cuando aún no existía la autopista Caracas La Guaira, una joven llamada María José Cárdenas estaba muy enamorada de su novio.
Vestida de novia y lista para ir al altar, fue a tomar un taxi que la llevara hasta Caracas para la boda. El taxi se descompuso y María decidió pedir a algún viajero que la ayudara.
Alguien se detuvo y se ofreció llevarla, pero estando ebrio, tuvieron un accidente en una curva y murieron los dos.
Desde entonces cuentan los conductores que en las noches aparece en la carretera pidiendo que la lleven. Si la llevas, al pasar por el lugar del accidente, ella dice: “Aquí me maté yo”, desapareciendo.
Los conductores ebrios pierden el control y sufren accidentes. Se cuenta también que si el conductor está sobrio, le deja unas flores donde iba sentada.
Por otro lado si se le niega llevarla, se aparece más adelante preguntando “¿Por qué no me llevas?”, produciendo en la mayoría de los casos graves accidentes.

El enano de la catedral: En la ciudad de Caracas colonial, un individuo se paseaba camino a casa de su enamorada a altas horas de la noche.
Por el frío y para calmar los nervios de la soledad de aquel lugar éste iba tomando ron. De pronto sintió que alguien lo seguía pero se trataba de un perro harapiento ante el que se burló de su presencia.
Al pasar por catedral, divisó a un enano muy pequeño sentado, vestido al estilo colonial. Éste lo saludó y le pidió el favor de encender un cigarrillo.
Para no ser descortés, accedió y recordó la advertencia de sus abuelos: “No des fuego al cigarro del enano”. El enano sonrió con unos afilados colmillos y empezó a crecer hasta hacerse más grande que la catedral.
Aterrorizado y paralizado, observó como aquel ser le decía desde las alturas. “Gracias por el fuego, amigo. ¿Quieres ir a un sitio donde hay fuego de verdad?”

También están los mitos que en la cultura venezolana no son siempre terroríficos, sino más una creencia que ellos poseen 
Algunos mitos venezolanos:
1. Si te barren los pies, no te casas. Se dice que los venezolanos tienen una creencia muy conocida, si alguien te barre los pies sin intención alguna o por un descuido, tendrías la mala suerte de no casarte, pasar muchos años solo, es decir sin pareja o también casarte con alguien que haya enviudado.

2. Si cruzas unos cubiertos en el patio no llueve
3. Si un alcaraván vuela sobre una casa, alguien de la familia está embarazada
4. Si se te olvida el nombre de una persona es porque es tacaña
5. Si le entregas un salero o cuchillo a alguien en la mano significa pelea debes dejarlo en una superficie y que esa persona lo agarre
6. Si se te cae la sal al piso, trae mala suerte
7. Si sacas una maleta a pasear en año nuevo, es porque viajarás ese año
8. Si te pica la mano derecha es porque vas a recibir dinero, metetela en el bolsillo para que este llegue a su destino correcto
Muchos de estos mitos también son conocidos en otros países de latinoamérica
REFERENCIAS:

Mitos y Leyendas de Venezuela

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